El sentir
Me rodea la mugre,
el pelo crea una alfombra en el suelo
que viste de lujo lo cotidiano.
O eso es mejor creer.
En sueños se me caen los dientes
y de día no puedo parar de sonreír,
aunque me sigue dando un poco de vértigo.
Entonces me detengo,
desde aquí
ya no escucho el paso del tiempo,
pero sí las heridas que vuelven a gritar.
Todo se llena de una taquicardia constante,
en ocasiones asfixiante.
En el momento más incierto suena la alarma
para hacernos dudar si algo fue realidad
o sólo ojalás.
Busco impaciente algo que detenga los chirridos de mis muelas
cuando creo tener el control
sabiendo bien que nada perdura
si no es en la memoria
y si no te piensas
¿existo?
No estoy perdida
me encuentro en cada persona
que se atreve a mirar sin ojos.
Tengo mucho que decir
pero estoy aprendiendo a escuchar
y ahora nos hablamos desde diferentes pechos
cargados de vulnerabilidad
porque el Amor nunca es una derrota.
Las cosas están bastante mal afuera
como para no valorar lo que llevamos dentro.
Así que basta ya de pedir disculpas por sentir
como si no fuese la mayor razón de existir
el amar, apreciar, cuidar
a una y al resto.
Perdón,
pero
no lo siento
por sentir.
Comentarios
Publicar un comentario