Insomnio

Es mi última noche durmiendo contigo.

No sé si voy a volver a dormir nunca más.

Me he acostumbrado demasiado bien,
o mal, según se vea,
a sentir el roce de tu piel,
tu olor,
juntar los pies fríos en invierno,
separarnos y acabar abrazados en verano.

No sé si voy a volver a dormir nunca más.

He aprendido que cuando quieres
eres tú quien hace cosquillitas
hasta que  el otro queda dormido.

Que me abraces por la espalda
y sienta que tengo la vida asegurada
y a prueba de balas.

La debilidad por comerte el cuello,
ponerte cachondo,
desarrollar mis más bajos instintos
bajando a tu cima.

No se si voy a volver a dormir nunca más.

Estar tumbada junto a ti,
quedarme ensimismada mirándote,
para recordar tu cara,
tus gestos,
tu lunar del ombligo,
tu venita en la oreja,
tus labios tan suaves como la seda...

Para recordate cuando no pueda dormir nunca más.

Porque no será a tu lado.

Me vas a dejar un insomnio de mil vidas,
y a ver en cuál consigo olvidar
que ya no estés.

Comentarios

Entradas populares de este blog

El reinicio

El sentir