Lo absurdo

 

Todo es absurdo

comenzando por nuestra constante necesidad de pensar,

de no parar y no parar

y no sentir lo suficiente.

Desligarnos de nuestra esencia animal,

como si eso no fuese una involución.

Creamos conciencia a través del castigo

en lugar de mostrarnos aprecio.

Lo absurdo del frenesí,

de las horas invertidas

en ganar dinero

vendiendo tu tiempo

para comprar cosas

que no necesitas.

El momento no tiene precio.

Absurdo el tiempo que no poseo

para abrazar.

No tengo transportes, ni en ocasiones destino

porque todo lo que recorra,

aunque parezca absurdo,

lo deciden mis pasos.

Desde una mirada a una conversación no hablada,

que debió serlo,

los cuidados que anhelamos

son absurdos si residen en las carencias

de nuestras idealizaciones.

Decir te quiero a tu reflejo no es más que ego, amor.

Convertimos en absurda la vulnerabilidad

en lugar de tratarla como moneda de cambio

en una sociedad que ya no recuerda su valor.

Todo es absurdo hasta que se demuestra lo contrario

cuando te roba el sueño la conciencia a base de culpabilidad,

que es absurda, porque sólo es falta de responsabilidad

y no pasa nada

porque lo maravilloso de que todo sea absurdo es

que todos la cagamos.

La diferencia está en aquellos que aprenden a decir perdón

y acallar el dolor.

Absurdo es que lleve meses deseando tenderme al sol y al viento

y dejar que todo deje de importar tanto como dicen que importa.

Los pies en la tierra, el olor de los árboles bailando,

la búsqueda de la primavera, un animal pastando.

No lo veo absurdo.

Miro la habitación, quiero que no me posean tantas pertenencias

sino pertenecer en personas.

¿Y si lo absurdo es todo esto, pero no tiene por qué ser esto?

Todo lo absurdo tiene su importancia

igual que todo lo importante no lo es tanto como para no ser absurdo.

Pero perdónenme que les diga que la vida no tiene la culpa

del paripé absurdo que hemos montado a su alrededor.

Si no piensan igual disculpen por haberles hecho perder

un par de absurdos minutos de su tiempo

Si no, espero que les haya servido

para reflexionar sobre algo absurdo

y comenzar a cambiarlo.­­

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