27 de Mayo
Que después de todas las tormentas
no llega nunca la calma
porque sólo quedas tú.
Suena una canción a piano y no es mi preferida
Aunque tampoco sé si la sabía.
Cuando lloro por él
la jaqueca me da en el corazón
y la taquicardia de ideas no me deja respirar.
No he nacido porque me arrancaron el corazón el día de mi cumpleaños
No sé si he querido
o me he herido.
Se me han puesto los ojos más verdes de la cuenta
de verlo todo negro
y no poder hacer borrón.
Me lavo constantemente la vida con agua
por si revivo
y perdono mis castigos
Pero tan sólo consigo ahogarme y me fustigo.
Me he quemado el filo de la lengua
al recordar el futuro y besarle de nuevo
Y ahora solo quiero cortármela.
Se me han saltado de golpe todos los puntos que sostenían mis descosidos
y he puesto el suelo perdido de esperanzas perdidas,
de su saliva con la mía
y de alfileres.
Cuidado, no paséis por aquí descalzos.
Siempre he temido a mis fantasmas
pero no me esperaba que fuesen los de otro los que matasen a los míos,
mientras me lapidaban a mi.
Y, joder, cómo me está doliendo el pecho
por pensar que iba a ser antídoto
y en su lugar está siendo placebo.
No me quedan lágrimas que derramar,
porque creo que no he parado de llorar.
Y aún así mis cuencas están llenas de ansiedad.
Cuando deberían estar llenas de él.
Hoy no es 27 de mayo
O sí, porque siempre ha sido un día horrible.
O puede que todos los días sean lo sean.
no llega nunca la calma
porque sólo quedas tú.
Suena una canción a piano y no es mi preferida
Aunque tampoco sé si la sabía.
Cuando lloro por él
la jaqueca me da en el corazón
y la taquicardia de ideas no me deja respirar.
No he nacido porque me arrancaron el corazón el día de mi cumpleaños
No sé si he querido
o me he herido.
Se me han puesto los ojos más verdes de la cuenta
de verlo todo negro
y no poder hacer borrón.
Me lavo constantemente la vida con agua
por si revivo
y perdono mis castigos
Pero tan sólo consigo ahogarme y me fustigo.
Me he quemado el filo de la lengua
al recordar el futuro y besarle de nuevo
Y ahora solo quiero cortármela.
Se me han saltado de golpe todos los puntos que sostenían mis descosidos
y he puesto el suelo perdido de esperanzas perdidas,
de su saliva con la mía
y de alfileres.
Cuidado, no paséis por aquí descalzos.
Siempre he temido a mis fantasmas
pero no me esperaba que fuesen los de otro los que matasen a los míos,
mientras me lapidaban a mi.
Y, joder, cómo me está doliendo el pecho
por pensar que iba a ser antídoto
y en su lugar está siendo placebo.
No me quedan lágrimas que derramar,
porque creo que no he parado de llorar.
Y aún así mis cuencas están llenas de ansiedad.
Cuando deberían estar llenas de él.
Hoy no es 27 de mayo
O sí, porque siempre ha sido un día horrible.
O puede que todos los días sean lo sean.
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