Que contigo, sabía que no

Hoy no he pasado por nuestro puente
y me ha dado vértigo al no estar cayendo al vacío
en tus ojos
No dejo de imaginarte desnudo
en mi cama
y ,joder, haciéndonos un nudo,
valga la redundancia.
Y no te miento,
te reitero que a kilómetros
sigo mojando las bragas
como cuando estabas entre las sábanas.
Te tengo grabado en la piel
como si los moratones de tus muerdos
fuesen más inmortales que el tiempo.
Te tengo clavado en mis clavículas
pidiéndome más de esta droga que ambos desconocíamos que podíamos llegar a sentir.
Eres la causa perdida
de todas mis disputas con la vida
eres la respuesta
de todos mis gritos de auxilio suicidas.
El único alimento que sacia el hambre de estas costillas
en los huesos
hinchadas a decepciones.
He reservado un viaje a ninguna parte
que no sea a ti.
Me cansé de historias de cama
que ya sabía que acababan en insatisfacciones
y corazones encerrados en el cajón de la mesilla de noche.
Y ahora todas las nanas de cuna
me susurran tu nombre.
Que, contigo, he enterrado las armaduras
y los frenazos quemando ataduras
porque no me hacen falta.
Porque puedo tener el pecho abierto en canal
que sigues remendando
y besando cada uno de mis puntos débiles.

Comentarios

Entradas populares de este blog

El reinicio

El sentir