Crucifixión

Iba a crucificarme recordándote,cuando me he dado cuenta de que aún tengo tus clavos en las manos.No me vale la pena ni la muerte acordarme de nuestra guerra,de cuantas de nuestras batallas acabamos haciendo trinchera.

En tu cama.

Que no me salva lo de ya no tenerte porque estoy condenada a tus heridas.Ni el cielo me abre las puertas ni el infierno quiere a dolidas.

Estoy entre medio.

De odiarte o ignorarte.De querer vengarme.De ser un Judas justiciero que me cure.Que te plante un morreo antes de entregarte.Que enjuague las llagas en aceite, que quite la sangre de mi frente.Así como si fueses mi corona de espinas,así como quiera clavártelas todas.

Y al tercer día resucité de tus cenizas.Dejé el sepulcro lleno de arañazos,palitos contando cuantas veces follamos.

Y es que fui Magdalena,tan puta,y María,tan crédula.

Y ahora te lavas las manos cual Poncio y me dejas abandonada en la orilla de la tierra prometida.

Desterrada y con el alma muerta en vida.

Voy a matar a Caín y salvar a Abel,me voy a ir a arder con la zarza en ascuas,que esta como yo.Y ardiendo,de dolor,de ansia,de ira.Nos vamos a ir consumiendo y mezclándonos con el humo.

Pero,ay señor, en ti no volveré a creer,cabrón.

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